martes, 10 de enero de 2012


DIEZ MINUTOS PARA CONTEMPLARTE...

Este día decidí contemplarte…
Abrí mis ojos, y dejé que mis sentidos se empaparan de tu gracia…
La tersa brisa que envuelve las hojas de los árboles,
Es como el manto con el que cubre una madre a su hijo.
Miles de gotas de rocío que se han suspendido en el pasto,
Cada una simboliza las miles de lágrimas de alegría por ser hijos tuyos.
Las flores, suaves y tiernas, destilan su dulce olor,
Tan dulce como el amor que nos une a ti.
Miles de sensaciones invaden mi ser,
Y son provocadas por la lozanía  del atardecer.
Miles de colores y miles de ojos que pueden verlos…
Tan bello y tan real, como respirar…

Un  pájaro revolotea, esperando el crepúsculo,
Y mis manos y pies están fríos al contemplar tu magnificencia.
Como las estrellas de la noche,
Así  puedo apreciar la luz que atraviesa los espacios entre las hojas;
Y con mucha delicadeza ellas se mueven,
Hasta robarme el aliento al contemplarte.
Las nubes se disipan en mi mente,
 Pero al otro lado del mundo se forma una tormenta
Es la ley de la vida o una triste agonía.
Nada se compara con tu belleza y tu grandeza,
Amo de la pureza y la nobleza,
Soberano del poder y la dulzura,
Dueño de mi vida y provisor de mi final.
Padre mío, hoy me he detenido a observarte y a adorarte,
Y me han sido suficiente diez minutos para apreciarte… 

Mi.Yo.G.M.